Una alimentación adecuada en la base de crecimiento es necesaria para conseguir un crecimiento y desarrollo óptimos. Los alimentos tienen una composición variada y cumplen una serie de funciones como la de aportar la energía necesaria para la actividad celular, o los elementos para que se formen los tejidos, hormonas, etc.
La alimentación ha de cubrir las necesidades diarias del organismo y ha de contener las proporciones adecuadas de los nutrientes necesarios para su correcto funcionamiento.
El desayuno es una de las principales comidas del día cuya importancia no se debe minusvalorar ya que es la primera ingesta de alimentos que se hace después de un largo ayuno nocturno y porque
durante las horas de la mañana se desarrollan la mayor parte de las actividades hasta la hora de la comida, y esto es más cierto en el caso de los niños.
El desayuno se dirige fundamentalmente a alumnos de entre 8 y 12 años y consiste en productos frescos de la Dieta Mediterránea, incluyendo productos de todos los grupos alimenticios (proteínas, grasas, hidratos de carbono, minerales y vitaminas): leche, queso, yogurt, carne de membrillo, miel pan con aceite y fruta natural.
La promoción de unos hábitos alimenticios cardiosaludables en los niños, constitutye la base de la reducción de los factores de riesgo cardiovascular en las generaciones futuras.